Alimentarse de forma saludable significa que el cuerpo ingiere una variedad de alimentos que brindan los nutrientes necesarios para sentirse bien, mantenerse saludable y tener energía. Estos nutrientes deben incluir proteínas, grasas, agua, carbohidratos, vitaminas y minerales.
La combinación de una alimentación adecuada con ejercicio físico es una excelente forma de ayudar al cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Entonces evitar ciertos nutrientes no es aconsejable pues cada uno aporta en algo al cuerpo. En este artículo queremos explicar la forma en que cada uno aporta al buen funcionamiento del cuerpo.
1. Proteínas
Las proteínas ayudan al cuerpo a producir nuevas células, reparar viejas, crear hormonas y enzimas. Además, ayudan a que el sistema inmunológico se aumente de manera que pueda defenderse en caso de una enfermedad o ayuda a evitar las enfermedades. Las proteínas están presentes mayormente en los alimentos de origen vegetal como la carne, el pollo, el pescado, huevos, leche y sus derivados. Sin embargo, también se encuentran en los alimentos vegetales tales como: soja, legumbres, cereales y frutos secos. Según la Organización Mundial de la Salud, la proteína de mayor calidad es la yema del huevo, referencia 100, y a partir de ésta se podría catalogar al resto de proteínas como bajas o altas. Para mayor detalle se puede ingresar a: https://www.miarevista.es/salud/fotos/los-alimentos-con-mas-proteinas/yogur-griego.
2. Grasas
Solemos pensar que todas las grasas son malas y no es del todo cierto. Hay que considerar que el cuerpo necesita de todos los nutrientes, y las grasas, no son la excepción. Lo que se debe hacer es elegir las grasas que nos aporten. Las grasas buenas, o insaturadas ayudan al corazón, como el omega 3. Estas grasas las podemos encontrar en los peces, algunos aportan con mayor cantidad de omega 3 que otros, pero en forma general, el atún, el salmón, la trucha, la sardina, el arenque, son una muy buena opción. En la vida vegetal se puede encontrar buenas grasas en el aceite de oliva, aceite de nabina; en frutos secos como: las nueces, semillas de chía, semillas de linaza y aceite de linaza, soya y tofu y aceite de canoa y el aguacate.
Por el contrario, las grasas saturadas complican la salud del organismo y es importante evitarlas. Las carnes grasas, mantequilla, quesos grasos, leche entera y derivados, son una fuente de este tipo de grasas que no nos aportan y pueden comprometer la salud del cuerpo.
3. Agua
Le dedicamos todo un artículo en nuestro blog a la importancia de la hidratación mientras se hace ejercicio. Claro que la importancia del agua en la salud va más allá de si se hace ejercicio o no. El peso corporal de las personas está compuesto en un 50% o 66% por agua, por tanto, ingerirla tiene una verdadera importancia a la hora de mantenernos saludables. El agua regula la temperatura del cuerpo, traslada los nutrientes y además elimina los residuos. Es aconsejable la ingesta de 6 a 8 vasos diarios, pero esto dependerá mucho de la actividad física o los factores a los que una persona esté expuesta.
4. Carbohidratos
Necesarios para obtener energía, son el principal combustible para el cuerpo. Existen inconvenientes en la salud cuando se consume una cantidad excesiva de carbohidratos o demasiados alimentos ricos en azúcares, especialmente cuando son procesados o refinados, ya que esto ocasiona que esa azúcar extra el cuerpo la transforme en triglicéridos y puede terminar en obesidad.
Existen varios tipos de carbohidratos y en forma general se encuentran en alimentos como: frutas, lácteos, cereales enteros, guisantes, pan, arroz, trigo, pasta, etc. Algunas guías nutricionales recomiendan que la ingesta de carbohidratos debe cubrir del 40% al 60% de las calorías totales a lo largo del día, para asegurar una buena alimentación.
5. Vitaminas y minerales
Las vitaminas mantienen fuertes los huesos, aumentan el sistema inmunológico y ayudan a todas las partes del cuerpo a mantenerse saludables. Es necesario la ingesta de vitaminas ya que el cuerpo no las produce. Las vitaminas liposolubles se alojan en el tejido graso del cuerpo de donde son fácilmente utilizables. Entre ellas están:
Vitamina A, presente en la yema del huevo, carne de res, hígado y pescado, hortalizas de hoja verde.
La vitamina D, peces como el salmón, la caballa, aceites de hígado de pescado y productos lácteos enriquecidos.
En el aguacate, papaya, mango, semillas y nueces, germen de trigo, se encuentra la vitamina E.
Vitamina K, coliflor, repollo, verduras de hoja oscura como la espinaca, col rizada y hojas de nabo.
Las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en el cuerpo y su exceso se elimina en la orina por lo que es importante la ingesta para evitar escasez provocando bajos en la salud.
Boitina, presente en el chocolate (negro), cereal, yema de huevo, leche, nueces, levadura, carne de cerdo, vísceras (hígado y riñón)
Folato, se encuentran en los espárragos, brócoli, remolacha, hortalizas (espinaca, lechuga romana), naranjas, mantequilla de maní, lentejas, germen de trigo, frijoles secos
Niacina (vitamina B3) que se encuentra en el aguacate, huevos, panes enriquecidos con cereales, legumbres, nueces, patatas, carnes de aves de corral, carnes magras.
Acido pantoténico presente en el camote, champiñones, legumbres, lentejas, carnes de aves de corral.
En resumen, cuidar lo que se consume es muy importante, el cuerpo es el instrumento con el que podemos hacer realidad nuestros sueños, es el que cristaliza nuestras ideas, nuestros planes, sin el cuerpo no podríamos hacer mucho en esta vida. Hay que cuidarlo y consentirlo para que pueda responder de la manera más óptima posible. Cuida el combustible y lo que ingresas al templo más importante, tu cuerpo.
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